Según la normativa, los extintores forman parte de los equipos contra incendios y son obligatorios, aunque el plan de seguridad tiene que estar hecho pensando en que nunca los tendremos que usar.
Los factores más importantes a tener en cuenta cuando tienes extintores son: el mantenimiento y saber cómo se utilizan en caso de emergencia
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En otro post, ya os contamos cómo hacemos el mantenimiento según la normativa vigente, y hoy os contamos como usar un extintor en caso de necesidad para contener el fuego hasta la llegada de los bomberos y/o profesionales especializados.
Así, los pasos a seguir en la utilización de extintores móviles se pueden concretar en:
- Coger el extintor de su posición habitual y tirar de la anilla del pasador para quitar el precinto de seguridad.
- Después tenemos que presionar la maneta y si estamos al aire libre, atacar el fuego en dirección del viento, ya que dándole la espalda al viento evitaremos que el calor y el humo nos impidan acercarnos al fuego. Siempre que sea posible, utilizar el equipo en compañía de otra persona que nos pueda alertar de cualquier cambio de dirección del fuego.
- Verter el contenido del extintor a la base del fuego, manteniendo la botella lo más vertical posible hasta conseguir apagar el conato, o a que lleguen los bomberos en nuestro auxilio.
Hay que recordar que todos los extintores no son adecuados para apagar todos los tipos de fuego y que unos son más idóneos que otros. Son eficaces solo si la sustancia extintora es la apropiada.
Esta información aparece en la etiqueta del propio extintor, indicando si su eficacia es para fuegos de clase A, clase B, clase C, etc…
Además son eficaces solo cuando el fuego se encuentra en fase conato. Esto es, en sus inicios, cuando un fuego se extiende es imposible apagarlo con un extintor.
Es conveniente conocer previamente la información de interés que aparece en los propios equipos de extinción y contar con una empresa de confianza para la instalación, adecuado mantenimiento, y revisión de este sistema portátil de extinción de incendios, como QProjects.
La información de uso se encuentra repartida en tres etiquetas:
- La primera es la que recoge características como el agente extintor que contiene y para qué fuego es más adecuado (A, B, C o D)
- Clase A: Sólidos con brasa (madera, papel, trapos, goma, caucho…)
- Clase B: líquidos inflamables y sólidos licuados (gasolina, petróleo, aceites, grasas, pinturas, cera…)
- Clase C: gases inflamables (propano, butano, metano…)
- Clase D: metales y productos químicos (magnesio, titanio, sodio, uranio, potasio…)
- La segunda es la placa de la prueba de presión que recoge el número de registro y la presión y fecha de la primera prueba y las casillas para las pruebas que se deben hacer cada cinco años durante la vida útil de cada aparato, que por ley no debe sobrepasar los veinte años.
- En tercer lugar, la etiqueta que nos indica las fechas del mantenimiento del extintor, la fecha de fabricación, la de la última revisión realizada y la prevista para la próxima revisión y aquella en que se realizó la última prueba de presión.
En resumen, en la etiqueta de cada extintor viene especificado el modo de empleo y las precauciones a tomar. Entre las precauciones que debemos considerar no hay que olvidar que el agente extintor presenta cierta toxicidad, el riego de quemaduras y las reacciones químicas que pueden darse. El extintor es un envase a presión y por tanto debe ser manejado con cuidado.